Arabizar la ciencia médica. La reforma de la sanidad en Egipto en el siglo XIX: Clot Bey y Mohammed Alí
Pozuelo Reina, A* Dusuky, A**
*Biblioteca. ** Neurocirugía. Hospital General Universitario de Ciudad Real.
Preámbulo.
El beneficiario de las mejoras médicas debe ser siempre el pueblo. ¿Estaba el pueblo egipcio preparado para los métodos médicos occidentales en el siglo XIX? Todo un reto que Mohammed Alí y Clot Bey asumieron con decisión en una época en la que la necesidad de sanación y salud para el pueblo eran importantes, teniendo en cuenta los avances de la medicina y el derecho a la salud del pueblo. Algunas veces en la historia se producen hechos excepcionales al coincidir dos personas extraordinarias. Esto es lo que ocurrió cuando Mohammed Alí y Clot Bey se unieron para un objetivo común: modernizar la medicina egipcia.
Encrucijada de la sanidad, encuentro de las ideas reformistas.
Antoine Bartelemiu Clot, nació en Grenoble (Francia), era hijo de un militar del ejército de Napoleón Bonaparte. A través de un amigo de su padre, el doctor Sappey, descubrió la medicina. En 1820 se doctoró en Montpellier. Enseñó cirugía y anatomía en Marsella, donde tuvo una brillante carrera. A pesar de ello, pronto se cansó del desprecio de la burguesía local, y cuando el marchante marsellés Florent Tourneau fue enviado por Mohammed Alí, Pachá de Egipto, para reclutar instructores militares y médicos, Clot aprovechó la ocasión y embarcó a Egipto, el 21 de enero de 18251,2,3,8. Llevaba con él su biblioteca y un esqueleto humano, iba acompañado de 20 médicos que estaban a sus órdenes8. Ambicioso y, posiblemente, decidido a tomarse la revancha de los que le habían menospreciado en Marsella, esperaba realizar en Egipto los proyectos que no pudo hacer en su país. Con un contrato inicial de cinco años, como Director Médico para el tratamiento de las enfermedades de los soldados de Mohammed Alí, Clot prolongaría su estancia hasta 18493.
Napoleón llegó a Egipto en 1798, con el ánimo de invadir el país, conquistarlo y acabar con el poder de los mamelucos, solo logró debilitarlos, y fue Mohammed Alí quien, en 1811, consiguió acabar con el poder de los mamelucos en Egipto1. En política internacional Francia pretendía ser el punto de conexión entre Oriente y Occidente6, lo que supuso un importante cambio y avance en la historia moderna del país, factor que aprovechó, posteriormente, Mohammed Alí, pues supo emplear la información, plasmada en la obra La descripción de Egipto; así como utilizar el conocimiento moderno en los diferentes campos de la ciencia que tenían los franceses en su corte.
Mohammed Alí fue nombrado gobernador (Virrey o Pachá), en 1805 por el gobierno otomano de Turquía, que dominaba la provincia de Egipto desde 1517. Muchos años después se le concedió el derecho a que sus descendientes heredasen el cargo, fue en la Convención de Londres de 1841. La dinastía fundada por Mohammed Ali continuó reinando en Egipto hasta 1952 con el rey Farouk.
El Pachá de Egipto sentía gran afinidad con lo occidental y en su entorno eran numerosos los consejeros galos. La relación con Europa supuso el desarrollo de un importante programa reformador y modernizador5.
El Consejo de Salud. Medicina civil.
La primera misión que Alí encomendó a Clot fue la creación del “Consejo de Salud”, ya que se había encargado de los servicios de salud militar siguiendo el modelo francés con buenos resultados8. Fue entonces cuando le sobrevino a Alí una importante dolencia y Clot se convirtió en médico del Pachá y también en su amigo personal3.
El sesgo social de las ideas de Clot superó las previsiones del Pachá de mantener un ejército saludable. El pensamiento de Clot pasó a la acción cuando convenció a Alí de la necesidad de extender la sanidad al resto del pueblo egipcio, no solo a los soldados. De este modo se llevó a cabo una amplia campaña de “vacunación antivariólica obligatoria para la población civil”1,8. Aunque previamente hubo de hacer un importante plan de concienciación entre los ulemas y los dirigentes locales, en principio opuestos a los modernos sistemas sanitarios. El éxito de estas campañas colmaron de privilegios a Clot, y por sus logros se le concedió el título de “Bey” (alto dignatario), como reconocimiento a su destacada labor sanitaria, llegando a alcanzar renombre mundial1.
Hacia la arabización de la ciencia médica. Madrasat Abu-Zaabal.
Clot creó cerca de El Cairo, para las tropas del Pachá, el centro hospitalario de Abu-Zaabal, que él mismo había diseñado, se inauguró en 1827. En este tiempo también fundó un hospital militar para la Marina en Alejandría. En el hospital de Abu-Zaabal organizó una Escuela (Madrasat) de Medicina porque se pretendió que los egipcios fueran atendidos por sus propios médicos nacionales. El Gobierno tomó a su cargo el coste de la formación de los alumnos, durante los 5 años de sus estudios, con profesores europeos, sobre todo, franceses2,3. Pero, existían problemas en la comunicación. Los profesores no entendían árabe y los alumnos no sabían francés. Clot Bey y Alí lo solventaron de una forma brillante, gracias a la utilización de intérpretes (moaid), una especie de profesor-traductor que repetía la clase en árabe a los alumnos y les ayudaba en la elaboración de los apuntes1,2,8.
Clot Bey quería que las enseñanzas se hicieran en idioma árabe, por lo que se hizo una adaptación de los manuales de estudio europeos, no solo a la propia lengua, sino también a las características, costumbres y sabiduría populares. Se configuró un equipo de intérpretes para las clases en la escuela, y un equipo de “editores-traductores” para los manuales y tratados de medicina que debían estudiar. Fue todo un éxito4. Los alumnos más brillantes al finalizar los cursos viajaban a Francia para revalidar sus estudios de medicina.
Ampliación del plan de reformas.
En 1830 se transfirió la escuela de farmacia de El Cairo a la escuela de medicina de Abu-Zaabal y se estableció un Jardín Botánico para suministrar materia prima para la elaboración de medicamentos. Se organizó la medicina civil de la misma manera que la militar convirtiendo el hospital de Izbaquiya (en el centro de El Cairo), en una institución para civiles. En 1832 Clot fue nombrado Presidente del Consejo de Salud e Inspector General de los Servicios Médicos, creándose en Abu-Zaabal la escuela de comadronas, que comenzó con 10 aspirantes egipcias de origen abisinio, instruidas por una comadrona del hospital de París y médicos de Abu-Zaabal para la formación médico-científica de las profesionales, y satisfacer la demanda de la población: que las mujeres fueran atendidas por mujeres en el campo de la ginecología y la obstetricia1,2. En 1837 el complejo de Abu-Zaabal fue trasladado a Kasr al Aini, por su cercanía a la ciudad de El Cairo.
Algunos de los logros.
Mohammad Alí creó el servicio de atención Médico-Higiénico de las provincias, una especie de medicina preventiva para combatir la insalubridad en las ciudades, manteniendo la higiene pública de las poblaciones. En quince años de estancia en Egipto, Clot Bey, con el firme apoyo de Mohammed Alí, dotó al país de un sistema de salud competente y moderno, a la vez que obtuvo el reconocimiento por sus logros y un gran prestigio profesional. De su estancia en Egipto, Clot recopiló una rica colección egiptológica, de la que actualmente se exponen algunas piezas en el Museo de “La Vieille Charité”, de Marsella y otras en el Museo del Louvre, de París3.
La obra Description de L’Egypte, elaborada por los 167 “sabios” que acompañaron a Bonaparte en 1798, presenta un amplísimo conocimiento de Egipto, en todos los campos6,7. Es una gran obra que sirvió de base a posteriores estudios en un campo tan novedoso y tan importante de la medicina durante el siglo XIX como es la higiene pública. De este modo, el Kunuz al-Sihha wa yaqut Al-Mihna (Tesoros y rubíes de la profesión de la salud), de Clot Bey, representó la culminación de esta especialidad de la sanidad pública en tierras egipcias. El secreto del éxito de este libro radica en que está escrito de manera sencilla, con un lenguaje claro y preciso, dirigido al público en general4. En palabras del profesor de la universidad de El Cario, Khale Fahmy traducir la medicina era un esfuerzo creativo que permitió a estos hombres la oportunidad de participar en la ciencia de vanguardia y acabar participando en una actividad intelectual que no veía límites herméticos entre las lenguas y / o culturas4.
Corolario.
El pueblo egipcio, en la actualidad, también lleva a debate, entre otros aspectos sociales, su sistema de salud nacional. Mohammed Alí con sus reformas, en este caso de la sanidad, intentó resucitar la preeminencia de la medicina árabe. La idea fundamental fue “arabizar la ciencia médica” en las escuelas de medicina creadas al efecto, Abu-Zaabal y Kasr al Aini, y, por supuesto, aprovechar su conocimiento y progresos, asimilando la modernidad científico-médica a la idiosincrasia de la población egipcia. Clot Bey y el pachá Mohammed Alí lograron juntos reformar las estructuras médico-sanitarias, sociales, políticas y, en parte culturales, en beneficio del pueblo de Egipto.
BIBLIOGRAFÍA
1.-Burrow GN. Clot-Bey: Founder of Western Medical Practice in Egypt. Yale J Biol Med. Jul 1975; 48(3): 251-217. PMID:1099825.
2.-El-Tarabili A. Street with a history. 2th ed. Cairo: El-Dar El-Misriya El-Libnaniya; 2000. (En árabe).
3.-Clot Bey. Un médecin provençal en Egypt [Internet] [Consultado 27 enero 2013]. Disponible: http://horizons-d-aton.over-blog.fr/categorie-10369338.html.
4.-Fahmy K. The sheik and the corpse. Conference; 2012 November 5; Oriental Hall AUC. El Cairo; Al-Arham Weekly; 3012 November 21.
5.-Ortega Gálvez ML. Una experiencia modernizadora en la periferia: Las reformas del Egipto de Muhammed Alí (1805-1848). Scripta Nova, oct. 1997, 8. [Internet] [Consultado 21 febrero 2013]. Disponible:http://www.ub.edu/geocrit/sn-8.htm#(*).
6.-Pozuelo Reina A, Cayuela Fernández J. Trafalgar: Hombres y naves entre dos épocas. Barcelona: Editorial Ariel; 2004.
7.-Russell TG., Russell TM. Medicine in Egypt at the time of Bonaparte. B M J. 2003 December 20; 327(7429): 1461-1464. PMID:14684650.
8.-Clot-Bey AB. Aperçu générale sur L’Égypt. París: Fortin, Masson et cie;1840.