Home » Casos clínicos

Colelitiasis por anemia de células falciformes

Cabrera-Morales CM, Sáenz Mateos L, Nieto Sandoval P, Morales Elipe V. Servicio de Análisis Clínicos del Hospital General Universitario de Ciudad Real

3 febrero 2012

RESUMEN:

La anemia falciforme dentro de las anemias hemolíticas congénitas es la que presenta una tasa más elevada de formación de cálculos biliares. Las anemias hemolíticas congénitas se caracterizan por tener altos niveles de bilirrubina indirecta y función hepática normal. Sin embargo, la anemia crónica puede conducir a la formación de cálculos biliares por un aumento de la conjugación de la bilirrubina. Presentamos el caso clínico de una paciente de 44 años de edad con anemia de células falciformes que desarrolla colelitiasis.

 Key words: sickle cell anemia, hemolysis, jaundice, gallstones.

ABSTRACT:

Sickle cell anemia within the congenital hemolytic anemias is the most frequent in the formation of gallstones. Congenital hemolytic anemias are characterized by high levels of indirect bilirubin and normal liver function. However, the chronic anemia can produce the formation of gallstones due to the increase of bilirubin conjugation. We present the clinical case of a 44 years old woman with sickle cell anemia who develops an episode of cholelithiasis.

INTRODUCCIÓN:

Las anemias hemolíticas se caracterizan por presentar un aumento del número de reticulocitos, descenso de los niveles de haptoglobina, aumento de lactato-deshidrogenasa (LDH), e hiperbilirrubinemia aislada (Figura 1)1. Las ictericias producidas por hiperbilirrubinemia aislada se caracterizan por presentar pruebas de función hepática normales (Figura 2), y dentro de las mismas se distinguen dos tipos: a) aquellas con predominio de bilirrubina indirecta (>80% de la bilirrubina total), y b) en las que predomina la bilirrubina directa (>30% de la bilirrubina total) (Figura 2)2. A su vez dentro de las causas de hiperbilirrubinemia indirecta (a) hay que distinguir las de origen hepático (Síndrome de Gilbert, Síndrome de Crigler-Najjar, etc.), de las pre-hepáticas originadas por la presencia de una anemia (Hb <12 gr/dl) frecuentemente hemolítica (Figura 2). En las ictericias mixtas (Bilirrubina Conjugada > 30% de la Bilirrubina Total), sin embargo además de presentar hiperbilirrubinemia existe una alteración de las pruebas de función hepática (transaminasas, fosfatasa alcalina, gammaglutamil-transferasa, y pruebas de coagulación)(Figura 2)3. A continuación presentamos el caso clínico de una paciente diagnosticada de anemia de células falciformes que acude al servicio de Urgencias de nuestro hospital tras sufrir un episodio de colelitiasis.

Figura 1. Algoritmo diagnóstico de las anemias hemolíticas. AHAI: anemia hemolítica autoinmune; HPN: hemoglobinuria paroxística nocturna; PTT: púrpura trombocitopénica trombótica; SHU: síndrome hemolítico urémico.

 PRESENTACIÓN DEL CASO:

Paciente de 44 años de edad que acude al Servicio de Urgencias de nuestro Hospital con sintomatología y clínica sugestiva de un cólico biliar. Realizándose las siguientes pruebas analíticas:

Hemograma: 13.000 leucocitos/l (75% de segmentados, 20% de linfocitos, y 5% de monocitos). Concentración de Hb: 7,6 gr/dl (Anemia Normocrómica-Normocítica). 13% de reticulocitos. Pruebas de coagulación normales. Y Coombs directo negativo.

Bioquímica: Bilirrubina total (14 mg/dl); Bilirrubina conjugada (5,5 mg/dl, 39% de la BT); GPT (186 UI/L, 2 veces el Límite Superior de Referencia­: LSR); GOT (185 UI/L, 2 veces el LSR); FA (170 UI/L, 1,7 el LSR); Amilasa (1.745 UI/L, >1.000 UI/L); LDH (390 UI/L, 2 veces el LSR); y GGT (140 UI/L, 2 veces el LSR).

Orina elemental y sedimento: hematuria intensa, con presencia de cristales de bilirrubina, y 30 leucocitos/campo.

 Entre las pruebas de imagen que se llevaron a cabo se encuentran: ecografía de abdomen, TAC de abdomen y pelvis con contraste venoso, y Colangio-RM (resonancia magnética). Hallándose una colelitiasis múltiple no complicada, con vía biliar normal, hepatomegalia, y ausencia de bazo. La paciente no refiere haber sido intervenida de esplenectomía. Asimismo refiere presentar una anemia de células falciformes como patología de base que le fue diagnosticada con 31 años de edad en el Hospital de la Princesa de Madrid, tras sufrir una crisis vaso-oclusiva.

 Entre otras pruebas complementarias de laboratorio, se realizaron:

Inmunoquímica: hipergamma-globulinemia policlonal con aumento de los niveles de IgG total (1.770 mg/dl); y factores de complemento (C3 y C4) dentro de la normalidad.

Frotis sanguíneo: presencia frecuente de hematíes con rasgos falciformes, cuerpos de Howell-Jolly, punteado basófilo, y anisopoiquilocitosis (Figura 3). Se comprueba el diagnóstico de anemia de células falciformes por Cromatografía Líquida de Alta Resolución (HPLC): HbS 89%; HbF 8%; y HbA2 3%. Resultando por tanto una forma homocigota de anemia falciforme: HbS/HbS (Prueba realizada en laboratorio externo concertado, Reference).

 La paciente fue intervenida de colecistectomía, asimismo siguió tratamiento con Acfol (1 comprimido/día), y trasfusiones sanguíneas según niveles de Hb y tolerancia clínica. En la actualidad la paciente sigue estable de la patología biliar y de la anemia falciforme.

Figura 2. Algoritmo diagnóstico de las ictericias. BI, bilirrubina indirecta; BC, bilirrubina conjugada o directa.

 DISCUSIÓN:

En el caso clínico que presentamos, la paciente fue diagnosticada de anemia falciforme con 31 años de edad en el Hospital de la Princesa de Madrid. No siendo hasta los 44 años de edad la primera vez que sufre un episodio de colelitiasis, causa por la que acude al Servicio de Urgencias de nuestro hospital.

 La anemia de células falciformes es una hemoglobinopatía autosómica recesiva con una incidencia en España de 1/6.000 producida por una mutación puntual en la cadena de la hemoglobina (cambio de un Glu6Val61. La deformación del hematíe originada por los tactoides de la desoxi-hemoglobina da lugar a las formas de hoz características o depranocíticas y a la consiguiente hemólisis extravascular y extra-vascular4.La intensa hemólisis conlleva una hiperbilirrubinemia de predominio indirecto. Las anemias hemolíticas no autoinmunes (Coombs directo negativo) se producen por causas diversas (membranopatías, enzimopatías, hemoglobinopatías, etc.) pero todas ellas cursan con una ictericia a expensas de la Bilirrubina Indirecta (Ictericias Pre-hepáticas) y con pruebas de función hepática normales (Figura 1)5. Pero sin embargo en la anemia falciforme la hemólisis crónica origina un aumento de la conjugación de la bilirrubina indirecta dando lugar a la aparición de cálculos pigmentados de bilirrubina. Siendo por tanto un caso particular dentro del espectro de las Anemia Hemolíticas que puede generar en condiciones de cronicidad el desarrollo de una ictericia obstructiva por colelitiasis, coexistiendo en un mismo paciente dos tipos de ictericia. Se ha documentado que alrededor del 50% de los pacientes homocigotos de anemia falciforme entre los 10 y 50 años de vida desarrollan colelitiasis, y que en las formas heterocigotas HbS/HbC y HbS/-talasemia la incidencia es sólo del 17%6. En otros tipos de anemias hemolíticas congénitas se ha encontrado una baja incidencia de colelitiasis, por ejemplo en el déficit de glucosa-6-fosfato-deshidrogenasa se ha descrito un 35%7. Sería por tanto en la forma homocigota de anemia falciforme dónde la incidencia de colelitiasis es mayor, como ocurre en el caso clínico que presentamos.

Figura 3. Imagen de un frotis sanguíneo de la paciente, que muestra células falciformes (flecha roja), anisopoiquilocitosis (flechas azules), y un cuerpo de Howell-Jolly. (Tinción Panóptica 100x).

 CONCLUSIONES:

Por consiguiente, en aquellos pacientes que presenten una anemia crónica con Coombs directo negativo (origen de anemia hemolítica no autoinmune) y episodios de colelitiasis se debería investigar la presencia de anemias hemolíticas congénitas como causa subyacente8. Apareciendo el fenómeno de colelitiasis como un indicador de sospecha diagnóstica de anemias hemolíticas congénitas en personas menores de 35 años de edad8. Igualmente estos pacientes y el caso clínico que presentamos representan una excepción a la clasificación propuesta para las ictericias por hiperbilirrubinemia aislada de predominio indirecto dónde no se documenta alteración de las pruebas de función hepática (Figura 2)2.

 BIBLIOGRAFÍA:

  1. Ortega JJ. Anemias hemolíticas. An Peditr Contin 2004; 2(1): 12-21.

  2. Iborra J, Galve ML, Navarrete E. Protocolo diagnóstico del paciente ictérico. Medicine 2008; 10(11): 740-2.

  3. Valdés M, Egea J. Protocolo diagnóstico de la ictericia obstructiva. Medicine 2008; 10(8): 533-5.

  4. Kato GJ, Gladwin MT, Steinberg MH. Deconstructing sickle cell disease: reappraisal of the role of hemolysis in the development of clinical subphenotypes. Blood Reviews 2007; 21(1): 37-47.

  5. Ebert EC, Nagar M, Hagspiel KD. Gastrointestinal and hepatic complications of sickle cell disease. Clin Gastroenterol Hepatol 2010; 8(6): 483-9.

  6. Ahmed S, Shahid RK, Russo LA. Unusual causes of abdominal pain: sickle cell anemia. Best Pract Res Clin Gastroenterol 2005; 19(2): 297-310.

  7. Meloni T, Forteleoni G, Noja G, Dettori G, Sale MA, Meloni GF. Increased prevalence of glucose-6-phosphate dehydrogenase deficiency in patients with cholelithiasis. Acta Haematol 1991; 85(2): 76-8.

  8. Ezer A, Torer N, Nursal TZ, Kizilkilic E, Caliskan K, Colakoglu T, Moray G. Incidence of congenital hemolytic anemias in young cholelithiasis patients. World J Gastroenterol 2010; 16(43): 5457-61.