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El Humanismo en la Medicina. Avanzar hacia el pasado*

9 mayo 2025

Zorrilla Ribot, Pedro.
Académico de Número de la Real Academia de Medicina de Castilla La Mancha. Profesor Asociado Facultad de Medicina de Ciudad Real. Jefe de Servicio de Traumatología del Hospital General de Ciudad Real.

“Por la ciencia, como por el arte, se va al mismo sitio, a la verdad.”
-Gregorio Marañón-.

Resumen:
A pesar de ser el Humanismo un movimiento europeo del Renacimiento, la Medicina ha estado
desde sus orígenes impregnada de humanismo.

En un momento de la evolución humana, hay un hombre que sufre y que puede expresar y comunicar
su sufrimiento y otro que empatiza con el primero e intenta aliviar su dolor. Es el primer acto médico
humanitario. Pero el preámbulo de la Medicina Humanista, no llegó hasta cuando Hipócrates5 transmitió
a todas las generaciones de médicos, que el desequilibrio en los cuatro humores -sangre, flema,
bilis amarilla y bilis negra-, generador de las enfermedades, estaba influido y modulado por todo
lo relacionado con la vida humana y la naturaleza, manifestándose de manera distinta en cada paciente.
El padre de la Medicina, refería a la idea de clima, la generalidad de las influencias locales
de las estaciones y vientos, pero también incluía el terreno, aguas, régimen alimenticio, género de
vida y costumbres de los habitantes, y creía que el médico que adquiriese un conocimiento profundo
de esas influencias, llegaría a conocer bien las enfermedades y podría aplicar su arte sin exponerse
a los errores que deben cometer los que descuidan o abandonan estos conocimientos preliminares. Al
final del Siglo XVII, Alfonso Manuel Sedeño de Mesa, estudioso y traductor de los Aforismos de
Hipócrates y reflexionando sobre el primero de ellos dice que “…el buen Médico ha de ser buen Filósofo,
supuesto que la Medicina es ciencia subalterna a la Filosofía, cuyos principios explica, y prueba, según
aquel común proverbio: Donde acaba el Físico, empieza el Médico. Pues el buen filósofo no hay duda
de que ha de ser buen lógico y dialéctico; y por consiguiente introducido en todas las siete Artes Liberales”4.

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