Apunt Cienc vol 7 nº3 (4)

María Dolores Martínez-Jiménez 1, Paloma Donado Palencia1, Francisco José Gómez-García 2, Francisco Rodríguez Fuertes 3, Miguel Ángel García-Cabezas 1.
1FEA Pediatría. Hospital General Universitario Ciudad Real.
2FEA Dermatología. Hospital de Montilla, Córdoba.
3FEA Pediatría. Hospital de Valdepeñas, Ciudad Real.

Resumen
Introducción: La prescripción de orexígenos en niños puede producir efectos secundarios graves, aunque se administren a dosis correctas.
Presentación del caso: Niña de 3 años que presenta súbitamente un síndrome confusional y crisis convulsiva tónico-clónica que cede tras diacepam rectal. En la exploración física destaca desorientación, ataxia, disartria, piel caliente y roja, sequedad de mucosas y midriasis bilateral arreactiva, compatible con un síndrome anticolinérgico central y periférico.
Tomaba ciproheptadina como orexígeno así como montelukast, salbutamol y budesonida inhaladas por bronquitis.
Se realiza TC craneal, punción lumbar, estudio hematológico, bioquímico, coagulación y gasometría que son normales. El test rápido de tóxicos en orina es positivo a benzodiacepinas y barbitúricos pero se no detectan barbitúricos en sangre. Se realiza lavado gástrico y se administra carbón activado con normalización de la clínica.
Discusión: La ciproheptadina es un fármaco antiserotoninérgico inespecífico, con propiedades antihistamínicas, anticolinérgicas y sedantes. Usado a dosis terapéuticas puede causar un síndrome anticolinérgico.
El test rápido de tóxicos en orina puede presentar falsos positivos y se debe comprobar con otros test cuando exista discrepancia con la clínica.
Conclusión: La prescripción de orexígenos en niños con crecimiento adecuado debe ser cuidadosamente valorada por los posibles efectos adversos.