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El Hospital General de Ciudad Real como Hospital Universitario

F Rivera. Sección de Nefrología. Hospital General de Ciudad Real. fdriverah@sescam.jccm.es

1 julio 2011

Hace unos años era impensable que Ciudad Real pudiera tener una Facultad de Medicina y que su Hospital General fuera Universitario. No obstante, desde hace muchos años se han ido acumulando varios hechos que hacen posible esta situación. En primer lugar, el Hospital General, especialmente desde su traslado en 2005 a las nuevas instalaciones, ha experimentado muchos cambios que promueven su incorporación al grupo de Hospitales Universitarios de nuestro país. Desde hace 20 años el Hospital de Ciudad Real (entonces Alarcos, después Complejo Hospitalario con la adscripción del Hospital del Carmen) tiene acreditada docencia post-graduada (MIR), iniciada con Medicina Familiar y Comunitaria, seguida poco después por Medicina Interna, Nefrología, Cirugía Ortopédica y Traumatología, Análisis Clínicos, Cirugía General y Radiodiagnóstico. Desde entonces, el número de especialidades y de médicos que se forman como especialistas según el programa MIR ha aumentado de forma espectacular de tal manera que en este año hay 136 residentes repartidos en 28 especialidades. Con estos datos, junto al notable aumento de la oferta asistencial, es lógico pensar que el Hospital General de Ciudad Real tiene suficientes recursos humanos y materiales como para integrarse en la docencia pre-grado. La transformación de un Hospital asistencial con docencia MIR a un Hospital Universitario, que incorpora la preparación de futuros médicos, se hace en un momento oportuno pero de grandes cambios en el campo de la enseñanza de la medicina. Entre ellos destacan dos: i) la necesidad de aumentar el número de profesionales médicos y ii) la adaptación de la enseñanza al Espacio Europeo de Educación Superior. En ambas situaciones el Hospital General de Ciudad Real debe afrontar nuevos retos y superar los problemas que conllevan1.

En 2005 las autoridades sanitarias de nuestro país asumieron la necesidad de aumentar el número de plazas ofertadas para iniciar los estudios de medicina dado el progresivo y preocupante déficit de médicos. Desde entonces se ha mantenido un incremento de alumnos alrededor del 9%, con distinta distribución geográfica. El objetivo era mantener alrededor de 1,5 alumnos por 10.000 habitantes. Desgraciadamente, nuestra Comunidad Autónoma ocupa el último lugar en este índice ya que apenas supera los 0,5 por 100.000 habitantes, al menos en 20062. No obstante, a fecha de Julio de 2010, los datos han debido mejorar, ya que contando con Ciudad Real hay 40 Facultades de Medicina (32 públicas y 8 privadas, frente a las 27 existentes en 2005), donde han comenzado la carrera 6.673 alumnos, un 7,1% mas respecto a 20093. No sólo se trata de aumentar el número de alumnos sino alcanzar y mantener un adecuado nivel de calidad en el desarrollo de los nuevos modelos docentes. Este cambio se ha producido casi simultáneamente con otra modificación cualitativa de gran trascendencia: la adaptación al nuevo modelo de educación universitaria.

Precisamente, la Facultad de Medicina de Ciudad Real inicia su andadura coincidiendo con la adaptación de la enseñanza al nuevo Grado en Medicina al Espacio Europeo de Educación Superior, de acuerdo con los compromisos de la Declaración de Bolonia de Junio de 1999. La cobertura legal se plasma en el Real Decreto 1393/2007 por el que se establece la ordenación de las enseñanzas universitarias oficiales4 y en la Orden Ministerial (ORDEN ECI/332/2008) por la que se establecen los requisitos para la verificación de los estudios universitarios oficiales de Medicina y las competencias a adquirir para el ejercicio de la profesión de médico5,6. Los detalles del programa se indican en el Libro Blanco de la Titulación de Medicina, elaborado previamente por la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina españolas (CNDE)6. Por tanto, a partir de este año académico 2010-2011, la enseñanza de la Medicina cambia de forma significativa. En resumen, los objetivos del nuevo modelo son: i) reforzar la competitividad de la educación superior, ii) favorecer la tasa de empleo y movilidad de los universitarios, iii) adoptar un sistema comparable de estudios, basado en 3 ciclos (grado, máster y doctorado) cuya unidad de medida de carga docente es el denominado European Credit Transfer System (ECTS), iv) integrar el aprendizaje de por vida, v) implicar a los estudiantes en el desarrollo del proceso y vi) promover la creación de un área europea de investigación. Se trata de aumentar el número de horas dedicadas a las prácticas ya que en cada ECTS (cada uno entre 25-30 horas, en total para Medicina 360 ECTS que cumplen el nivel de máster) se incluyen no sólo las clases teóricas sino el trabajo realizado por el alumno: seminarios, horas de estudio, realización de exámenes y trabajos individuales o en grupo7. Una de las consecuencias mas positivas del proceso de convergencia europea es la introducción del término “competencia” entendida como la aptitud del profesional sanitario para integrar y aplicar los conocimientos, habilidades y actitudes para resolver los problemas que se plantean, y la necesidad de disponer de procedimientos fiables para evaluar su adquisición8. Por tanto, los profesionales del Hospital deben conocer y adaptarse a esta nueva forma de enseñanza, lo que supone un cierto esfuerzo para transformar la anticuada forma de enseñar basada en la teoría y clases magistrales para pasar a un sistema basado en la adquisición de conocimientos y habilidades9,10. La medicina es una profesión que debe ser enseñada por buenos profesionales y a la cabecera del paciente o en su seguimiento periódico en el Hospital o en Atención Primaria11. No es suficiente la memorización ni el aprendizaje teórico sino que se debe desarrollar el razonamiento clínico, la toma de decisiones, la resolución de problemas y las habilidades de relaciones interpersonales; por tanto, la nueva forma de enseñanza se ajusta a la antigua aspiración de aprender junto a profesionales dedicados al cuidado de los enfermos e interesados en la actualización de los conocimientos y la investigación, con unos claros conceptos acerca de ética profesional y gestión de los recursos sanitarios12.

Lógicamente, este nuevo modelo plantea diversos problemas, muchos de ellos pendientes de resolver: falta de medios para una enseñanza individualizada, número insuficiente de profesionales con acreditación docente procedente de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA), ausencia de programas específicos de formación de profesorado médico y dificultades para implantar enseñanza práctica renovada y de calidad. Es muy importante que haya sintonía entre las instituciones sanitarias y las académicas13. Aunque el Hospital tiene como misión fundamental la asistencia a los pacientes, también debe ofrecer sus medios humanos y materiales para la formación de futuros médicos y, por otro lado, es necesario que la Universidad promueva el desarrollo de carrera académica entre los profesionales que hacen asistencia y aumentar el número de plazas de profesores asociados, titulares y catedráticos. Teniendo en cuenta los problemas económicos que atravesamos y los criterios tan estrictos de la ANECA para la acreditación de profesores no se vislumbran soluciones al gusto de todos.

Pese a todo, esta nueva forma de enseñar supone el principio de un camino que no tiene vuelta atrás y cuyos problemas se solucionarán con el esfuerzo y comprensión de todos los interesados en la transmisión de los conocimientos de la Medicina. Siempre se ha aceptado que quien mejor puede enseñar la Medicina son los médicos que la hacen bien. El nuevo modelo pretende mantener y mejorar esta idea y en esta tarea el Hospital de Ciudad Real tiene un nuevo reto del que debe salir airoso. Los medios humanos y materiales con los que cuenta y el momento que atraviesa son los adecuados como para augurar un éxito en todos los sentidos.

Referencias

1. Rodríguez Cano, T. La Gestión del Conocimiento en un Hospital Universitario del siglo XXI. 2010. (Accessed 26/02/2011, 2011, at http://apuntes.hgucr.es/2010/11/19/la-gestion-del-conocimiento-en-un-hospital-universitario-del-s-xxi/.)

2. Peinado JM. La planificación de los profesionales sanitarios en España. La formación de pre-grado de los médicos en España: situación actual y expectativas de futuro. Rev Adm Sanit 2008;6:377-92.

3. Arnalich F. Adaptación del nuevo Grado en Medicina al Espacio Europeo de Educación Superior. ¿Cuál ha sido la aportación de Bolonia? Rev Clin Española 2010;210:462-7.

4. Real Decreto 1393/2007, por el que establece la ordenación de las enseñanzas universitarias oficiales. BOE;260, 30/10/2007:44037-48.

5. ORDEN ECI/332/2008, de 13 de Febrero, por la que se establecen los requisitos para la verificación de los títulos universitarios oficiales que habiliten para el ejercicio de la profesión de médico. BOE;40, 15/2/2008:8351-5.

6. Fundación Educación Médica. Documentos. 2011. (Accessed 25/02/2011, 2010, at http://www.educmed.net/sec/documentos.php.)

7. Salvá Cerdá A. El Plan Bolonia y la regulación de los estudios universitarios de Medicina. SEMERGEN – Medicina de Familia 2010;36:419-20.

8. Peinado JM. Definición de las competencias que debe adquirir el futuro médico. Formación de los profesores. Educ Med 2008;11 (Supl 1):S47-S51.

9. Palés Argullós J, Nolla Domenjó M, Oriol Bosch A, Gual A. Proceso de Bolonia (I): educación orientada a competencias. Educ Med 2010;13:127-35.

10. Prat Corominas J, Palés Argullós J, Nolla Domenjó M, Oriol Bosch A, Gual A. Proceso de Bolonia (II): educación centrada en el que aprende. Educ Med 2010;13:197-203.

11. Borrell F, Bonal P. Adaptación de la asignatura de Medicina de Familia al Plan Bolonia. FMC 2010;17:445-8.

12. Taitsman JK. Educating Physicians to Prevent Fraud, Waste, and Abuse. New England Journal of Medicine 2011;364:102-3.

13. Martínez-Hernández J. Integrar la enseñanza pregrado en el hospital. Educ Med 2008;11 (Supl 1):S33-S6.